observaciones de la vida cotidiana

"Los acontecimientos del día te pasan delante de las narices sosegadamente, sin ostentación, con el nombre del autor de vez en cuando para señalar la presencia de una mano humana, de un yo, de un rasgo de vanidad" Henry Miller

lunes, 26 de julio de 2010

Catástrofes, ¿naturales?


El tsunami ocurrido en el sudeste asiático en el 2004 pone a las diversas zonas del mundo como objetos vulnerable de los fenómenos naturales; y tal vez sean responsabilidad de los mismos habitantes


Hace cinco años se produjo una catástrofe mal llamada natural. El término catástrofe tiene por significado un suceso fatídico que altera el orden regular de las cosas. Por añadidura señala que puede ser natural o provocada por el hombre. Ahora, las dudas al respecto se despegan bajo la suposición de imaginar si, en ese proceso “natural” no tiene nada que ver el hombre.
Bajo este supuesto no quiero decir que los habitantes de las Islas del sudeste asiático son culpables de haber atravesado por el segundo mayor desastre de fenómeno natural registrado en la historia. Sin embargo, sí creo que este suceso es una reacción como consecuencia del mal sistema que empleamos todos los habitantes del planeta para vivir en la cotidianidad.

Me atrevo a decir que nos estamos acostumbrando a observar situaciones de este tipo, y la reacción es la de un ser humano común y corriente. Es decir, en ese momento se atraviesa por el sentimiento de intimidación y de repente somos poseedores de una inmensa fe; y lo primero que se nos ocurre es hacer suplicas al altísimo y hacer un mea culpa.
Afortunadamente, no hemos atravesado por alguna catástrofe de ésta índole y lamentablemente las cerca de 300.000 personas que murieron en las zonas de Indonesia, Tailandia, Sri Lanka, India, Bangladesh, Burma, Malasia, Islas Maldivas, Somalia, Kenia, Tanzania y las Islas Seychelles no tuvieron oportunidad de hacer una reflexión al respecto. No alcanzo a imaginar el desesperante escenario que tuvieron que ver en esos, sus últimos segundos.

Actualmente se plantea mucho la temática de preocupación ambiental y menos mal el sentimiento ecologista va en aumento. Ya no son solo los científicos y un reducido grupo de activistas ecologistas los que plantean soluciones, no sé si se pueda salvar el planeta, pero sí tal vez disminuir el porcentaje de riesgos.
En Indonesia por ejemplo, fue uno de los países dónde se observó la casi, por no decir total destrucción del entorno. Familias enteras quedaron sepultadas en los escombros y otros según testimonios hasta el día de hoy el mar regresa los cuerpos.

En una publicación del 2005 realizada por la UNESCO, señala que es importante saber diferenciar riesgos naturales de los desastres. He tomado estas ideas por el parecido cuestionamiento. Según dicho texto los riesgos naturales son fenómenos físicos, entiéndase terremotos, tsunamis entre otros. Por otra parte, define a la palabra “desastre” como una consecuencia de las alteraciones que son generadas por ese tipo de fenómenos.
En palabras sencillas la denominación “desastres naturales” es una frase cuestionada por la significancia que le hemos dado a lo largo de la historia. En todo caso las definiciones quedan en eso, palabras sueltas que tratan de llevarnos a una idea lógica para ordenar las diversas situaciones. Lo cierto es que cada vez que el planeta sufre algún bajón, también estamos en peligro los que habitamos dentro de él.
La potencia con la que generalmente vienen estos hechos nos hace ver lo insignificantes que podemos ser ante la naturaleza. Si bien nos brinda un lugar dónde vivir con tranquilidad y disfrutar de las cosas que por alguna razón existen, también en cuestión de segundos podemos observar solo un bosquejo de lo que fue y queda.
A pesar que las grandes potencias manejan tecnología de punta, aún no hay un medio mecánico que nos libre de estar inmunes ante los cambios climatológicos que se han alterado por causa del mal manejo de los recursos naturales.
Una clara muestra de aquello se evidencia en el numero de víctimas y daños en el ambiente que provocó el tsunami en el Océano Indico del sudeste asiático, donde la población se encontraba totalmente desprevenida y a penas al momento pudieron preocuparse por salvar sus propias vidas.

A pesar de los esfuerzos por querer alertar a los poblados cuando se encuentran en amenazas similares, no se puede tener certeza que la información será oportuna y menos que salvará en su totalidad a los seres que habitan tal territorio. Indiscutiblemente los avances tecnológicos en esta aérea son una ayuda beneficiosa y muy fundamental, pero hay que tener claro que solo sirven para darnos aviso. Hay que considerar el tiempo en el que se transmite la información para lograr poner a salvo a las personas. Aunque se logré poner alarmas en todo el mundo el evento se desencadenará en cualquier momento y es lo único seguro.
Los científicos que se dedican a estudiar estos sucesos se han cansado de repetir siempre lo mismo, que somos los culpables por el estilo de vida de consumo desaforado que tenemos. Cierto o no tenemos un problema grave que nos pone como chiquillos asustadizos cuando tenemos a la oscuridad. Solo que acá se trata de megas potencias energéticas que en un estallido puede hacernos entrar en los claroscuros que tanto tememos. Volviendo a situar como ejemplo el caso del tsunami, la energía que liberó el planeta fue de 10 bombas atómicas. Es decir Hiroshima y Nagasaki multiplicado.
Calificarlo como un fenómeno natural sería injusto, la naturaleza no se ensaña contra nadie de tal forma, como para enviarnos 10 bombas de golpe. Lo que seguramente aconteció fue un desastre no sé si natural, pero desastre al fin y al cabo por las secuelas que produjo.
Actualmente, se han producido alertas de tsunamis por los remezones que tiene la tierra en varias partes del mundo, y como planetariamente somos una cadena lo que se mueve por aquí puede provocar olas por allá. En resumen nadie está en una burbuja indestructible. Además de implorar misericordia en el facebook, sí detesto las avalanchas de suplicas públicas que no ayudan en nada. Tampoco es demasiado declararse vegetarianos y decidir no tomar la metro y mejor andar en bicicleta, pero sinceramente y aunque suene fatalista esta vez no quiero terminar con una frase alentadora y chillona de fe y esperanza. Tal vez sea el intenso calor de la noche y la falta de sueño que me cargo, pero francamente creo que no tenemos esperanzas.
El retroceso no se va a producir no existe la maquinita mágica de regreso al futuro; eso es una película señores. La verdad es que los sistemas de Gobierno no van a dejar de explotar sus recursos mineros-petroleros para sembrar nueces y miel. Los países industrializados, aunque se mandan los más sofisticados foros para tratar los temas ambientales no dejarán de hacer producir sus dinosaurios implementos en maquinarias que tanto mal evocan en la superficie y fuera de ella. Además nos encanta consumir y caemos más rápido a los placeres que a los rezos.
Lamentablemente es así. Podemos estar conscientes de lo que sucede pero solo al momento, luego viene el corte comercial y saboreamos las delicias que vemos. Las imágenes por más fuertes que sean pasado el tiempo las olvidamos y solo las recordamos cuando pasa algo similar o cuando tenemos que redactar un ensayo. Lo que sucedió en estas islas fue realmente muy triste, a pesar de ser considerado el segundo desastre más fuerte es el primero en cuanto a pérdidas humanas. Solo como dato adicional el mayor fenómeno natural se produjo el 9 de Julio de 1959 en la Bahía de Lituya al noreste de Alaska. En este acontecimiento se generó una ola de 500 metros, pero no hubo víctimas que lamentar. Al menos es lo que conozco.
No podemos cambiar la historia y quién sabe si el futuro, pero este presente en circunstancias da miedo. El intenso calor o el intenso frío nos provocan malestar y escasamente podemos tener certeza que mejorará, sin embargo mientras discurre el tiempo lo único es tratar de haces las paces con el entorno y dejar de querer superar desafiando las leyes naturales.
Por: Denisse Torres Tumbaco

1 comentario:

  1. Me parece un excelente análisis con respecto a las catástrofes!! Tienes mucha razón debemos de aprender a cuidar nuestro planeta!! :) atte silvita! jeje

    ResponderEliminar